Los macarons son unos pastelitos de origen francés hechos con azúcar, almendra y claras de huevos. Son crujientes por fuera y suaves por dentro y los podéis encontrar en numerosos sabores y colores. Tienen fama de ser una receta complicada, no porque sea difícil su elaboración, si no porque es difícil conseguir que queden perfectos. Así que con estos precedentes, estas navidades me autoregalé el libro "Macarons" y el tapete de Lekue para ponerme manos a la obra con tan complicada tarea.
La verdad, es que no me puedo quejar, para ser la primera vez no me han salido muy mal... creo que la superficie me debería haber quedado más crujiente, estaban un poco blanditos. Y en algunos no conseguí que les saliera el característico pie que deben tener los macarons. Pero no hay problema, de la experiencia se aprende para la próxima vez!
Ingredientes:
200 grs. de azúcar glas
100 grs. de almendra molida
120-125 grs. de claras de huevo (yo utilizo claras pasteurizadas, de Mercadona).
Una pizca de sal
40 grs. de azúcar normal.
En primer lugar mezclamos el azúcar glas con la almendra molida y las tamizamos.
En otro bol, echamos las claras huevo, añadimos la sal y batimos a punto de nieve. Seguimos batiendo a media potencia mientras añadimos el azúcar normal a cucharadas. La mezcla ha de quedar blanca, brillante y con picos firmes.
Volvemos a tamizar la mezcla de azúcar glas y almendra molida y las dejamos caer a modo de lluvia sobre las claras. Mezclamos con movimientos envolventes con una espátula o cuchara grande de metal. El preparadaodebe quedar homogeneo, sin grumos.
Preparamos la manga pastelera con una boquilla de 1 cm. Si utilizáis el tapete de Lekue, ponéis la manga en posición totalmente vertical y vamos depositando pequeñas cantidades hasta que llenemos el primer círculo del tapete. Si no tenéis este tapete podéis usar una plantilla como esta. La imprimís y encima colocáis una hoja de papel de horno. Los círculos se transparentarán y os servirá de guía para que os queden los macarons redondos.
Una vez tengamos rellenos todos los círculos, golpeamos con un golpe seco la bandeja del horno para eliminar cualquier burbuja de aire en el fondo.
Dejamos reposar al menos una hora, hasta que el macarons forme una capa seca. No deberían resultar pegajosos o húmedos al tacto.
Precalentamos el horno a 170ºC. Horneamos en el estante medio del horno durante 10 minutos. En mi caso, la próxima vez, probaré a hornearlos unos minutos más porque creo que la superficie me debería haber quedado un poco más dura, pero eso ya son cuestiones del tipo de horno,...
Dejamos enfriar sobre la bandeja del horno.
Para el relleno utilicé una swiss meringue buttercream (SMB) de chocolate blanco.
Ingredientes:
100 grs. de claras de huevo
200 grs. de azúcar
300 grs. de mantequilla a temperatura ambiente.
250 grs. de chocolate blanco.
Con estas cantidades os saldrá bastante SMB, yo la utilicé para la tarta de rosas y también para los macarons.
Colocamos en un bol las claras y el azúcar y llevamos al baño a María, sin dejar de remover con las varillas de mano hasta que el azúcar se haya disuelto por completo (unos 60ºC).
Retiramos del fuego, pasamos las claras a otro bol y comenzamos a montarlas a velocidad alta. Cuando el merengue empiece a formar picos añadimos la mantequilla en dados. Montamos hasta que tenga buena textura.
Derretimos el chocolate blanco en el microondas, poco a poco para evitar que se nos queme. Una vez esté totalmente derretido, lo añadimos a la SMB y batimos hasta que esté totalmente integrado.
Rellenamos con esta mezcla los macarons, depositando una cantidad generosa en el centro y presionando con otro macaron para que la mezcla se distribuya a los laterales.
Para conservarlos, los guardamos en el frigorífico en un recipiente hermético pero, muy importante, sacarlos a un lugar fresco durante 30 minutos antes de servir.
Mi dulce Ricardo.
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