Estas galletas las hice especialmente para una amiga que estaba pasando uno de esos momentos difíciles que la vida nos trae cuando menos nos lo esperamos. Como lamentablemente estamos muy lejos una de la otra, pensé que con estas galletas podría endulzarle un poco el día y animarla, y según me ha confirmado ¡le han gustado muchísimo!. ¡Cómo me alegro que ya te vayas encontrando mejor!
La receta la he sacado del blog de "Mensaje en una galleta" y estos son los ingredientes:
- 250 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
- 300 gras de azúcar
- 2 huevos tamaño M
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de aroma de almendra.
- 1 cucharadita de sal.
- 85 grs de cacao en polvo.
- 425 grs. de harina tamizada.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que consigamos que la mantequilla esté más blanca, con una textura esponjosa y que aumente ligeramente su volumen. Añadimos los huevos ligeramente batidos, la vainilla, el aroma y el cacao. Cuando tengamos todo integrado, añadimos la harina en tres veces.
Cuando hayamos conseguido una masa uniforme, colocamos sobre la encimera un papel de hornear y sobre él la masa de galletas. Le damos forma redonda y cortamos en cuatro trozos iguales.
Cogemos uno de los trozo y le colocamos otro papel de hornear encima. Estiramos la masa con un rodillo y cuando consigamos el grosor deseado guardamos la masa en la nevera entre los dos papeles de hornear. Repetir con los otros tres trozos que habíamos reservado.
Yo suelo dejar la masa en la nevera de un día para otro, para que no se me haga tan pesado todos el trabajo de hacer las galletas, pero con que dejemos la masa enfriar en la nevera unas 3 horas será suficiente.
Una vez que hayamos dejado enfriar la masa en la nevera, retiramos el papel de la parte superior y cortamos las galletas con el cortagalletas que hayamos elegido. La bandeja con las galletas ya cortadas tenemos que dejarla en la nevera 15 minutos en la nevera o 10 minutos en el congelador para evitar que pierdan la forma cuando las metamos en el horno.
Los recortes que nos sobren después de cortar las galletas, los unimos, estiramos entre dos papeles de horno y dejamos enfriar en la nevera por lo menos 15 minutos antes de cortar las galletas.
Precalentamos el horno180º. Los tiempos del horno dependerán de lo grandes que sean vuestras galletas, de si os gustan más o menos crujientes y del tipo de horno. Normalmente, necesitaremos un mínimo de 10 minutos, que es el tiempo que utilicé yo para hacer estas galletas, que son pequeñitas. Para galletas más grandes, pasados 15 minutos hay que estar pendientes porque en un minuto más o menos puede quemarse la galleta.
Cuando las saquemos del horno, las dejamos enfriar cinco minutos sobre la bandeja del horno y después las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Pasadas al menos dos horas, ya podemos empezar a decorar las galletas. En esta ocasión yo he utilizado glasa ya preparada (Pink Designer Icing de Dr. Oetker) que compré en el supermercado Iceland. Todavía me da miedo hacer la mía propia, je,je... pero todo llegará. También utilicé sprinkles de perlitas y de corazones.
Y después tocaba empaquetar las galletas para que soportaran su largo viaje de 1.000 km. y llegaran sanas y salvas.
Mi dulce Ricardo